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Hemos clausurado en el Aula Permanente de la Universidad de Granada un curso que tiene de diferente un nuevo Rector y Vicerrector, un renovado nombramiento de la dirección, con la despedida de la anterior Rectora -gracias, Pilar Aranda- fundadora del Aula hace 29 años. Bienvenidas y bienvenidos y más gracias a quienes nos precedieron e hicieron posible que sigamos estando aquí un año más. En general, el profesorado es magnífico, el personal administrativo excelente, los programas muy bien organizados, la colaboración de las asociaciones una riqueza, y la entrega del estudiantado, delegadas y delegados de curso, encomiables. Por supuesto, mejorable, abierto a la crítica constructiva y la creatividad.

Podéis consultar toda la información en nuestra web https://apfa.ugr.es/

y en el artículo de prensa de “Ideal”.

Más que datos

Siempre me alegra asistir y ver cómo se gradúan promociones. Al salir, escuché comentarios: “El acto académico está muy bien y es necesario, pero no es capaz de reflejar la importancia, beneficios y significado del Aula para nosotros, sus estudiantes mayores de 50 años, y la sociedad granadina. Tendríamos que decir algo más”

Estoy de acuerdo con esa percepción que me transmiten, y la hago mía. Llevo casi tres décadas compartiendo, enseñando, aprendiendo, escuchando, sintiendo, pensando…Me sigue admirando conocer lo que piensan, hacen, les importa y aporta vida buena, de alta calidad, a todos los niveles. Sé que me van a faltar palabras, pero me arriesgo. Pueden más el cariño y la admiración que la erudición o el acierto pleno.

Han ido variando las directrices, recursos, acondicionamientos académicos, direcciones y nombramientos. Yo estoy desde el principio y he vivido la evolución del Aula desde la perspectiva bastante amplia que dan los años dedicados.

El artículo de prensa refleja y menciona datos de interés. Os remito a él. Yo no voy a mencionar nombres porque corro el riesgo de no incluir a muchas personas. Me voy a referir a ellas en general, y aporto fotografías con su consentimiento expreso, que reflejan parte de lo que voy a relatar a continuación sobre el curso 2022-2023. Extensible no obstante la experiencia general del Aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad de Granada.

Cada curso es diferente, y yo también lo vivo de forma diferente. Quiero escribir ahora lo que éste me inspira, las palabras merecidas por tanta entrega, ilusión y estudio.

Es una alegría escuchar a la delegada y delegado del tercer curso su discurso de graduación. Ver con qué ilusión recogen algunos estudiantes las menciones especiales a sus trabajos y reciben las becas quienes se gradúan después de tres años habiendo realizado numerosos trabajos de las 27 asignaturas que componen el primer ciclo.

Lo que hace que la vida merezca la pena

Mi responsabilidad académica y humana ha sido desde el comienzo la coordinación e impartición de clases en los programas de “Salud Integral” y “Talleres de salud, felicidad y bienestar emocional”. He conocido a miles de personas, y seguido más de cerca a cientos de ellas: investigando, escuchando, conversando y compartiendo experiencias. De ahí mi atrevimiento a escribir lo que sigue, resumiendo algunas de las consignas e indagaciones compartidas. Gracias por abrirme algunas puertas de vuestras vidas. Gracias por invitarme a vuestra fiesta de graduación.

Necesitamos saber qué nos vitaliza y estimula, lo que tiene valor y hace que la vida merezca la pena, a pesar de los pesares. Conectar con lo que de verdad nos importa. Vivir para explorar, descubrir, experimentar. Vivir para conocer y crear. Vivir para amar. Vivir contribuyendo.

Los buenos contagios

El punto de partida de mis clases y talleres suelen ser preguntas del tipo:

¿Cómo podemos vivenciar, compartir, expandir y recrear el día a día, para que florezca el potencial humano individual y colectivo?

¿Cuál es la parte de la que sí podemos ocuparnos para mejorar la salud y el bienestar, para convivir con la enfermedad y el malestar de la mejor manera posible?

¿Cómo podemos contagiarnos y contagiar la salud integral y las ganas de vivir, disfrutar y seguir aportando algo bueno a la sociedad?

Cada vez me implico más en programas e intervenciones psicoeducativas. De prevención más que de terapia. Un buen aprendizaje requiere intención y motivación para adquirir conocimientos, recursos y habilidades. Estudio y práctica para fortalecer la salud y el bienestar. Para disfrutar de una vida más plena y con sentido. Vivir hasta despedirnos, con los menores arrepentimientos de “podía haber hecho, dicho, dejado de hacer, pensar o sentir, tal o cual cosa”. Por miedo, pereza, inconsciencia o tantas cadenas como solemos atarnos sin darnos cuenta. Vivir aprendiendo también a sufrir bien, encontrando paz manejando los dolores evitables; porque para los inevitables y sin remedio mejor aprender a aceptar, radicalmente. Y poner nuestra energía, intención y coraje en lo que sí podemos, con una alegre y mantenida proactividad. Encajar con entereza y sabiduría los límites.

¡Atención, se vive!

Envejecemos, inevitablemente, desde jóvenes. Y podemos aprender sobre cómo hacerlo de forma bella e inteligente. Ciencia, dedicación y conciencia. No hay atajos fáciles. Heredamos una parte biológica y condicionada por causas y circunstancias que no podemos controlar. Centrémonos en la que sí podemos.

“Yo no cumplo años, cumplo vida”, suelo decir con frecuencia. Porque es mejor llenarnos con vida valiosa y no con años. Con aquello que aporta verdad y valor. Y soltar lo que resta, lo que daña, lo innecesario. Para uno mismo y para los demás, para el mundo. Cuidarnos para cuidar. Conjugar los verbos en plural amplifica el efecto del bienestar. Aunque siempre hay que empezar por uno mismo, de dentro hacia afuera; y no al revés.

No obstante, el bienestar no es el objetivo principal, sino llevarnos bien con tantos malestares habituales contra los que mejor no luchar, sino acompañarlos con cariño y comprensión, con presencia y sabiduría. Es peor evitar, huir y escapar. Mejor aceptar lo que nos traigan las horas, los minutos. Soltar lastres, aligerar la carga que con los años va pesando tanto a veces, doliendo, deformando, consumiendo ideas y ganas, huesos, relaciones, articulaciones o neuronas. Reconciliarnos con el pasado. Y que el futuro haga lo suyo si toca; hay más probabilidad sembrando presentes, sin expectativas. Comprometernos con los procesos, no con los resultados.

Es saludable evitar el sobrepeso. Del cuerpo y del ego, que también engorda, tan lleno de etiquetas. Cuando hicimos el ritual de echar al fuego todo eso, cada cual sabía de lo suyo. Mi jardín compartido se convirtió en un espacio más de siembra, aprendizaje y encuentro, lo más natural posible, con pocos artificios. Por eso nos sentíamos tan alegres, inspirados y tranquilos. En confianza. Todo esto es tan necesario como el comer, dormir o estudiar. Quise celebrar el final del taller y del curso también en este contexto. Que tuvo mucho de magia y poesía, espontáneamente. Algo de eso reflejé con brevedad en Facebook recientemente.

Y tú ¿Qué necesitas quemar para regar una buena vida?

Todo esto forma parte igualmente de los aprendizajes y programas extracurriculares del Aula. Al salir de clase, en los jardines, viajes, calles o bares, en los hogares, online o presencial. Todo espacio se convierte en un Aula Permanente de Formación realmente Abierta. Contamos con la iniciativa y el empuje de las delegadas y delegados que han extendido todo esto en sus cursos. Se han creado equipos colaborativos en los que cada cual aporta lo que mejor se le da hacer, lo que le apasiona, hace feliz y tiene sentido.

Cuánto les quiero y confío en las delegadas y delegados de cada curso. Espléndidos colaboradores.

LO QUE DE VERDAD NOS IMPORTA Y NOS LLENA DE VIDA

Ábrete, no te encierres. Disfruta de tu soledad elegida, pero no te aísles. Crece hacia dentro y comparte. Conecta con lo más genuino de ti, descubre. Diviértete. Me entusiasma mirar con unos ojos que puedan devolver la mirada de lo que cada persona tiene de especial y valioso; muchas veces olvidado o por descubrir. Contacta, confía, y no le des tregua al miedo, que devora la vida a mordiscos. Pero elige, decide, selecciona. La vida escogida, paladeada, no engullida con ansia. Corres el riesgo de una intoxicación o una mala digestión que te dure toda la vida.

Enciende la vida

A lo largo de estas décadas, he ido constatando a lo que dais más importancia, y los beneficios que habéis conseguido al formar parte del Aula Permanente. He introducido igualmente en mis contenidos curriculares tanto reflexiones filosóficas como evidencias científicas sobre el buen envejecer y el buen vivir. Y vuestras experiencias personales, tan valiosas.

Si quieres añadir algo más a esto que voy a contar, me encantará conocer tus aportaciones. Contacta conmigo y cuéntame.

Escribir, expresar, fotografiar, compartir. Deja tus huellas.

Déjame que te cuente

Escucho, investigo, conversamos, reflexionamos juntos. Pregunto, indagamos sobre lo que nos va bien. Os cuento lo que he descubierto y a lo que animo continuamente, lo que a mí también me guía y sostiene..

El arte en sus múltiples expresiones: escribir, pintar, fotografiar, la música…El deporte y el contacto con la naturaleza, una vida activa con aficiones favoritas que se te den bien, te produzcan placer y tengan sentido para ti. Viajar, descubrir rincones, paladear sabores, las rutas culturales-gastronómicas.. Sentirnos útiles, ayudar. Estar activos y evitar apagones de energía y emocionales. Disfrutar del placer y agradecimiento por estar vivos. Encontrar en la soledad creativa y el silencio nuestro yo más genuino o los conocimientos más profundos.

Conectar con las personas, expresarnos con libertad, elegir y cuidar relaciones saludables que ayuden a crecer, individualmente y en grupo. Sentirnos en compañía, evitar el aislamiento. Entretenernos, volver a jugar. Reír. Dialogar. Desarrollar un pensamiento crítico y creativo. Seguir pensando con nuestra inteligencia natural. Abrirnos a las nuevas tecnologías y su buen uso (ojo con las adicciones simplificadoras).

Favorecer espacios de encuentro, debate, apoyo mutuo y disfrute. Intimidad, confianza, amistad, para las duras y las maduras. Contribuir socialmente. Disfrutar en paz con la familia. Evitar el estrés y los desbordamientos emocionales. Relajarnos. Superar adversidades con fortaleza y serenidad. Amar en sus tan variadas formas:, a las personas, el conocimiento, las ideas, la belleza, la naturaleza… Arropar y sostener el dolor. Ser felices. Cuidarnos y cuidar. Mantener viva la curiosidad por descubrir y aprender. Profundizar en lo que nos interesa. Sentirnos libres de vivir como queramos, dentro de nuestras posibilidades; ya ni comernos el mundo, pero que tampoco nos coman. Reinventarnos la vida. Atrevernos. Volver a encontrarnos, a encontrar eso que a muchos os ha devuelto las ganas de vivir.

Se clausurarán los cursos, pero la vida seguirá siempre abierta. Os deseo unas buenas vacaciones y espero que volvamos a reencontrarnos. Muchas gracias por tanto como aprendo y comparto con vosotros. Gracias por vuestra confianza y cariño. Gracias por vuestro apoyo y colaboración.

Gracias por seguir diciendo sí a la vida

Mar Morales Hevia

Autor Mar Morales Hevia

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Únete a la conversación 15 comentarios

  • Carlos dice:

    He leido con interés lo escrito por Maria del Mar y algunas cuestiones resuenan en el Alma y en el Corazón. Recoges perfectamente el sentimiento del AULA y los entresijos que hay en ella aportando, gracias a Profes como tú, un valor único de comprensión, afecto y responsabilidad que nos ayuda a seguir escalando en parcelas que a veces se nos hacen difíciles. Gracias, gracias, gracias Maria del Mar

    • Mar Morales dice:

      Gracias a ti también, Carlos: por tu presencia y colaboración veterana, tu fortaleza y capacidad de superación. Gracias por tu generosa capacidad resolutiva, coraje y espíritu alegre y profundo hasta en las etapas más duras de recorrer. El AULA y los demás humanos, je je, seguimos necesitando a personas como tú. Un abrazo fuerte

  • Maria Rosa Cuesta dice:

    Muy de acuerdo con lo expresado por Maria del Mar, especialmente en lo referente a no dar tregua al miedo, que nos limita, nos amordaza, nos domina, nos roba la lubertad y en definitiva la felucidad. Un abrazo

    • Mar Morales dice:

      Pues sí que hemos compartido charlas interesantes respecto al miedo, los miedos, Rosa. Os he animado a ir desenmascarándolos. Hemos compartido también actitudes y estrategias para encararlos, reducirlos o convivir con los que vayan quedando. Aún nos queda mucho por seguir ahondando en el tema, saber qué se esconde detrás del miedo y cómo se oscurece la vida por delante de él. Gracias por tus aportaciones personales y en los grupos. Eres valiente. Un abrazo

  • Victoriano Martín dice:

    Buenos días, gracias a ti Mª del Mar por ser como eres y por tu gran ayuda para todos nosotros. Desde que comenzamos en el APFA, siempre has sido un referente para todos y tu gran implicación en que el AULA funcione muy bien. Con tu gran esfuerzo para que se eligen las delegadas y delegados, al comienzo de cada nuevo curso.
    Sigue así, tan buena gente como eres. Gracias por todo. Un amigo.

    • Mar Morales dice:

      Gracias a ti, Victoriano, por tu gran disposición como delegado de segundo,junto con Toñi,con estilos personales distintos y coordinados. Sí que es cierto que recibir a los nuevos estudiantes cada octubre, requiere apertura, acogida y capacidad para dinamizar el funcionamiento del grupo y la integración individual a toda la dinámica del APFA.
      Y no es fácil encontrar voluntarias y voluntarios para que sean elegidos formalmente por sus compañeros, precisamente en fechas de mis asignaturas. Ahí, vuestra colaboración como delegación veterana es importante: para orientar, apoyar, integrar a las nueva delegada y/o delegado. Si lo conseguimos en los primeros meses, ya el curso rueda casi por sí mismo, con vuestra responsabilidad ya consolidada. Y que todas y todos estemos en contacto varias veces al año para intercambiar ideas, conocernos bien, apoyarnos y pasar buenos ratos (que incluyen siempre el buen tapear granadino cerca de la facultad, al salir de clase) es una iniciativa excelente.
      Este curso no pudiste venir a la cena final en mi jardín, pero a la convocatoria de septiembre no puedes faltar, eh!! Tenemos que organizar una buena acogida a l@s estudiantes recién llegados, y ajustar posibles problemas que pudieran surgir en el resto de los cursos.
      Aunque todo esto es «entre amigos» y no forma parte de la estructura formal del APFA. Se requiere mucha colaboración extra,ya que los recursos personales y materiales de la Universidad son limitados. Es un programa generoso de la institución, pero no vaya a ser «que muramos de éxito» como dice nuestro director.
      Así que a descansar este verano, a cuidar del ánimo y la salud, que retomemos el curso con ganas y energía.
      Aunque bien sé que much@s continuáis en verano con encuentros festivos y actividades culturales y de rutas. Y «maquinando» más buenas ideas que incorporar.
      Un fuerte abrazo

  • Victoriano Martín dice:

    Seguiremos tus consejos 👍👍🤗😘

  • Manoli Torres dice:

    Pues aunque hayamos terminado el ciclo ,me parece a mí, que vamos a tener que seguir, porque como bien dices: aún nos queda mucho por seguir ahondando en el tema, saber qué se esconde detrás del miedo y cómo se oscurece la vida por delante de él.
    Gracias M.Mar, gracias por tu generosidad ,por tu trabajo, por abrirnos horizontes ,por tantas cosas…y sobre todo, gracias por tu empeño en que seamos cada dia un poco más felices-
    Un abrazo

    • Mar Morales dice:

      Así es, Manoli, cuando entramos realmente en nuestra vida, saliendo de racionalizaciones y modelos mentales automatizados, condicionados, prestando atención consciente, vamos quitando capas, desvelando un yo, unos otros, un mundo del que queda mucho por descubrir. ¡Es una aventura fascinante que dura toda la vida, ja ja! Aprendizaje continuo, ya sabes. Y hacerlo con los miedos a cuestas es enormemente limitante. Tener miedo es humano, necesitamos descubrir sus raíces y no andarnos por las ramas. Y sembrar valor en el jardín de la mente. La felicidad es un camino en el que nos podemos matricular una y otra vez, y que está en el interior. Para mí es un privilegio compartirlo con personas como tú. Paso a paso…seguiremos.
      Un fuerte abrazo y que te vaya muy bien el verano; sabes que tienes ya bastantes herramientas para practicar.
      Pararnos para observar, pensar menos (pero pensar bien) y sentir más. Recuerda hacerte con frecuencia esa pregunta ¿cómo estoy ahora en mis tres centros?: cabeza, cuerpo y corazón.
      ¡Hala, ya tienes deberes para el verano!
      Otro abrazo refrescante

  • Julia Cortés dice:

    Otra vez, gracias María del Mar!. Tus palabras y enseñanzas, siempre nos hacen parar, pensar, reflexionar…, aunque solo sea un momento, y eso ya es mucho porque ayudan a no olvidarnos de que nuestra meta es llegar a superar nuestros miedos, nuestras frustraciones, nuestros «quiero, pero no se cómo», es llegar a ser capaces de no cortarnos las alas, de valorarnos en lo que somos y de adquirir seguridad, de perdonar y perdonarnos y seguir creciendo como personas sanas.
    Gracias! Feliz verano y nos veremos a la vuelta.
    Un abrazo

    • Mar Morales dice:

      ¡Qué bien dices, Julia, sobre el valor de los momentos!. Todos tenemos nuestras oscuridades, y descubrir cómo alumbrarlas, aunque nuestra luz sea pequeña y dure poco, es asombroso. El candil no está para meterlo debajo de la cama. Cuando utilicé la metáfora de encender la vida, de encontrar la luz propia prendiendo una vela en el jardín, me refería a eso. Creo que tú lo sentiste profundamente. Gracias por encender y compartir tus luces y sombras. No lo olvides, recuerda, despliega tus alas, valora tu riqueza y sigue abriendo ese corazón para perdonar, amar y tanto como sientas y la vida te puede regalar. Bienvenida al jardín, a la magia, las sincronicidades y el sentimiento de no estar solos en esta aventura de VIVIR. Un abrazo fuerte

  • Maribel Dominguez dice:

    Hola Mar
    Cada vez que escribes algo lo leo varias veces son cosas tan bonitas y que salen de muy dentro. Te conocí un 2019, y recuerdo que en esas quedadas en el Ramirez yo intentaba esta cerca de ti, porque sería??. Gracias por esas quedadas en esa lugar mágico eque es tú CABAÑA, donde disfrutamos como jocencitos.
    N9 solo eres la profesora de Salud Integrar, eres mucho más, porque nos ayudas a relacionarnos, sobre todo cuando llegamos con mucha SOLEDAD en nuestros corazones,.
    Tus talleres nos hacen aprender y superar situaciones difíciles en nuestras vidas, y vuelve la relaciones sociales con nuestras cervecillas.
    Por todo Gracias Mar. Te deseo lo mejor y te quiero siempre con nosotros.
    TE QUIERO.

    • Mar Morales dice:

      Ay, Maribel, que cuando investigo sobre lo que nos hace sentir salud y bienestar, los beneficios percibidos por el programa psicoeducativo del Aula Permanente de la Universidad de Granada, no sé cómo incluir la variable «cervezas en el Ramírez» o donde sea, con o sin alcohol, pero siempre con tapa y esas escuchas y conversaciones tan nutritivas y sinceras. Realmente son espacios de encuentro de gran valor. Gracias por estimularlos con tu chispa y tus ganas de vivir y seguir adelante, a pesar de la soledad, incomprensión o presiones sociales. La cabaña, el jardín, son espacios tanto reales como metafóricos que confío en poder seguir transmitiendo. Cuando nos veamos, sea donde sea, podremos estar en ellos. Un abrazo lleno de luces, flores y glamour, que tanto te gustan. Gracias por tu espontaneidad y te animo a seguir iluminando tus sombras. Abrazos cantábricos

  • M Pilar Concha dice:

    Me sumo al sentido -y expresado- agradecimiento hacia APFA y sobre todo a tu persona, María del Mar. Durante estos años, gracias a -en general- la fantástica nómina de profesores que nos han transmitido tantas materias interesantes, fomentando en nosotros la curiosidad, las ganas de saber , descubriéndonos caminos, hasta ahora desconocidos, para muchos de nosotros. Gracias a esos magníficos profesores, no suficientemente reconocidos.
    Especialmente darte las gracias a ti, maría del Mar. Por todo lo que me enseñas, por todo lo que nos aportas compartiendo tu gran humanidad y gracias al grupo porque entre todos sé que hoy día no siento que esté envejeciendo bien, creo que mi autopercepción es de que ahora soy una persona que sigue creciendo, madurando, con horizontes e ilusión. Por todo mil gracias.

    • Mar Morales dice:

      ¡Ya lo creo, Pilar, qué importantes son la curiosidad y esa pasión por saber y abrir caminos nuevos! Habrás disfrutado con la geometría de la
      Alhambra, la historia de las mujeres, la química amena, la psicología o la arquitectura de la Hispania romana, entre tantas materias como os ofertamos, con un profesorado que como bien dices, merece un reconocimiento similar al del estudiantado. Vosotros sois la razón de ser de nuestra dedicación, pero sin nosotros tampoco sería posible el Aula. Cuando tenga más tiempo, voy a matricularme y disfrutar del saber y maestría de compañeras y amigos profesores. Gracias por formar parte de esa comunidad que compartimos, tan humana, en los grupos. Envejecer bien es una maravilla, se sigue creciendo el resto de la vida. Disponemos de cada vez más herramientas y evidencias científicas sobre ello. Con tu experiencia, sensibilidad e inteligentes aportaciones, nos hemos enriquecido muchos desde hace años. Espero seguir pudiendo sentirte cercana, disponible y tan abierta de horizontes y ganas. Muchas vida por delante aún…Un abrazo fuerte fuerte y mi más entrañable agradecimiento por ser y estar.

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