Leer mejora la salud y el bienestar

Leer mejora la salud y el bienestar

1876. Imagino a mi tatarabuela María leyendo alguna de las novelas que seguimos conservando en la que fue su casa y ahora nuestra. También heredé un precioso plato de mujeres lectoras (lecturas prohibidas, reza en alemán). Me resulta emocionante suponerla enfrascada en sus lecturas, después de un día laborioso; porque ella, viuda y con tres hijos, salió adelante en un ámbito rural asturiano. Y, posiblemente, la lectura supuso para ella compañía, descubrimiento, válvula de escape o puro entretenimiento.

Ella tuvo una larga vida. No sé si un capítulo al día pudo relacionarse con su longevidad. Porque la vida de los lectores de libros (no prensa ni revistas) parece alargarse dos años más que la de los no lectores. Esto es al menos lo que concluye el equipo de A. Bavishi (Universidad de Yale, 2016) analizando datos de 3635 individuos mayores de 50 años, en un estudio de Salud en Estados Unidos. Consideran que la lectura favorece la supervivencia a través de la inmersión lenta y profunda en los contenidos, así como por promover la empatía e inteligencia socio-emocional.

Mejor con un libro

¡Qué buena es la vida con libros! Porque leer nos mejora la vida a nivel intelectual, psicosocial e interpersonal; leer favorece nuestra salud y bienestar. Un estudio interdisciplinar realizado en la Universidad de Salamanca (Alonso-Arévalo et al. 2018) muestra cómo los lectores valoran los aspectos protectores de la lectura como paliar la soledad, evitar pensamientos negativos y gestionar mejor las emociones. Podría contribuir con la salud al disminuir algunos de los factores de riesgo relacionados con trastornos, enfermedades mentales o demencias. Futuras investigaciones podrían aportar resultados alentadores.

Os hago la pregunta siguiendo su metodología ¿Cómo valoras tú la lectura; a ti, qué te aporta?

1. Leer me tranquiliza.
2. Me divierte.
3. Me informa.
4. Hace que no piense en otras cosas (pensamientos negativos).
5. Me ofrece una ventana abierta a la imaginación.
6. Me ayuda a ver cómo otras personas gestionan sus emociones (celos, miedo, culpas, alegría…).
7. Me produce satisfacción porque cada libro es un reto.
8. Me permite tener temas de conversación con otras personas.
9. Mejora mi atención, concentración y memoria.
10. Me proporciona compañía.
11. ¿Qué más añades a esta lista?

Prevenir y curar. Recétate un libro

El valor de la lectura no es solo informativo/formativo, sino que añade otros beneficios relacionados con la salud y el bienestar. Si leer hace que nos sintamos mejor, eso tiene mucho que ver con prevenir o curar malestares diversos, sea un dolor físico, un disgusto, preocupaciones corrosivas, soledad o aislamiento. Desde un enfoque psicológico racional-emotivo se considera que el malestar emocional está generado por nuestra forma de interpretar y estructurar la realidad. Según nuestra visión del mundo, si percibimos amenazas o nos sentimos indefensos, inadecuados o incapaces, puede que nos quedemos secuestrados por montones de pensamientos automáticos negativos que no sabemos elaborar o suprimir. Desviar la atención de ellos disminuirá el malestar.

Prevenir el estrés y la soledad impuesta puede evitar ansiedades y depresiones, que se extienden como plagas en nuestra sociedad actual. Eso lo consigue la lectura, aunque no es la única estrategia para manejar nuestra atención dispersa o rumiante. Además, a través de las páginas, otras personas nos hablan, inspiran y orientan. De ahí que hablemos de “biblioterapia”: recétate un buen libro, el más adecuado para ti en ese momento. Es como el ejercicio, bailar, la música, el arte, la naturaleza…que se vuelven remedios poderosos en gran cantidad de males para los que no hay pastillas que valgan.

Más salud y calidad de vida

Leer nos abre también las puertas de la imaginación, nos divierte, activa la capacidad de disfrutar; todo ello, indicadores de salud mental. Porque la salud no es solamente la ausencia de enfermedad, sino la presencia de bienestar y desarrollo personal. Leer mejora la calidad de nuestra vida en sus dimensiones física y psico-social alimentando el pensamiento, las emociones y las relaciones. Cuando la lectura genera emociones positivas o nos ayuda a regular las desagradables, también un coctel químico repercute en nuestro cerebro y toda la fisiología, favoreciendo el bienestar físico.

Leer nos aporta recursos psíquicos que pueden ayudarnos a afrontar situaciones difíciles, creando resiliencia, que es la capacidad que tenemos para hacer frente a las adversidades, superarlas e incluso salir de ellas fortalecidos o transformados positivamente.

¿Quién no atesora frases, páginas, libros, que fueron consuelo, guía y estímulo en momentos importantes de la vida?

La lectura es por tanto otro hábito saludable.

La vida, con libros, es mejor vida